En honor a una recia casta de indígenas y con la fuerza de los colonos que se aventuraron a explorar la cordillera, nace Pijao, un pueblo que respira tradición.
Viajamos por una carretera de 32 kilómetros que atraviesa la cordillera central, abrazando las montañas hasta descender finalmente a Pijao, que nos espera con una bienvenida especial, invitándonos a cruzar un exclusivo arco que enmarca su historia hecha con arrieros, café y vigor.
BIRDING TOURS- Una pajareada para el alma
A los pocos minutos de llegar a la colorida plaza de Bolívar custodiada por centenarias casas que han sido habitadas desde su fundación hace 119 años, nos espera Diana Arias, guía turística de Birding tours, empresa local dedicada a exponer las más de 300 especies de aves ubicadas en las montañas de Pijao de las 700 que se encuentran en el Quindío, siendo este lugar uno de los mejores destinos para los amantes de las aves.
Para que luego un Jeep Willyz, transporte tradicional del lugar, nos acerque a la vereda Las Palmeras, donde según la plataforma ebird están reportadas alrededor de 187 aves que entonan la más hermosa banda sonora al caminar por las trochas adecuadas por Diana para estos tours.
CASCADA LA SAGRADA- la aventura de la naturaleza
Mientras bajamos de la vereda las palmeras nos encontramos con Felipe, un joven guía, que ha dedicado los últimos cuatro años de su vida a la adecuación y promoción de algunos lugares del municipio, entre ellos la ‘’Cascada Sagrada’’. Una imponente caída de agua que se oye, pero no se ve mientras nos dirigimos a ella.
Es una fantasía rodearla e ir descubriéndola poco a poco como un regalo de la montaña; pero disfrutarla es un éxtasis mayor, pues las gotitas que desprende en su sublime caída invitan a empaparnos en sus aguas y dejarnos llevar por los instintos que aquí conectan. El trayecto es tranquilo y seguro, algo que uno no se espera de este tipo de lugares, pero que es posible gracias la juiciosa labor de Felipe en los senderos de acceso.
ENTRE MONTAÑAS CAFÉ- El sabor del buen gusto
Al momento de conducirnos nuevamente al pueblo. Felipe nos habla del nuevo lugar que esta causando furor entre propios y visitantes, ‘’café Entre Montañas’’, un espacio sofisticado que convive hermosamente con la arquitectura de la casa tradicional que lo alberga, todo gracias al buen gusto de sus propietarios.
Personalmente cruzar su umbral por primera vez fue encantador, cada ambiente adentro cuenta una historia diferente, elegir alguno es un martirio, pues un café en el exterior de la casa o un cappuccino en la cálida sala nos deja con ganas de más…
Volver a Entre Montañas se convierte en una obligación, pues una visita no es suficiente para sumergirse en sus bellos rincones
LA CASA DE LOS RECUERDOS- Un hogar de los de ayer.
Salimos con el sabor de un buen café en la boca, hacia otro hermoso lugar a unas cuadras más arriba, ‘’La Casa de los Recuerdos’’ una casa vieja que se mantiene intacta en los años gracias a Pastora y su hija Valentina, que detuvieron el tiempo detrás de esas puertas de madera.
Visitar el cuarto del abuelo, es verlo ahí… sentado en su cama de toda la vida contando alguna historia, o simplemente atravesar el corredor es inundarse en una retrospectiva de la vida de antaño, las cámaras antiguas, juegos e historietas pulcramente conservadas amenizan el camino hacia el solar donde la familia nos sirve un fiambre montañero, que nos sorprende con el singular gusto que solo se le puede agradecer a la hoja de plátano que recubre los auténticos sabores de la cocina quindiana.
Nos pasamos la tarde caminando entre sus calles, mirando el río, pasando parquecitos. Fue tanto el ensimismamiento de la tranquilidad del pueblo que se nos pasaron las horas por los ojos sin darnos cuenta.
Luego, emprendimos la búsqueda de un lugar para pasar la noche y la indagación nos llevó de nuevo con nuestros amigos de ENTRE MONTAÑAS, qué, para sorpresa de todos, eran propietarios también de un hospedaje en la parte alta del pueblo.
ENTRE MONTAÑAS CABAÑA- Disfruta en el regazo de la naturaleza.
Entre charlas se fueron sin pensarlo los diez minutos que separan al pueblo de la cabaña. Un lugar que comparte el buen gusto que presenciamos en el café, los cálidos espacios nos exhortaban a habitarlos con la naturalidad que solo se siente en un hogar; la forma minuciosa en la que fueron decorados nos indicaba el amor que guarda la cabaña entre los ventanales de vidrios que dejaban entre ver el misterio de una noche alumbrada por la luna llena y millones de estrellas, bajo las que dormimos con una calma que todos coincidimos en describir como: “única en muchos años”.
CAFÉ LA FLORESTA- Templo de la sabiduría del café.
Después de desayunar en la cabaña, volvimos al pueblo. Don Arturo Arias nos esperaba sonriente en la puerta de CAFÉ LA FLORESTA, negocio que atiende personalmente con su esposa. El lugar es pequeño, solo lo necesario para adentrarnos en la ceremonia del café que Don Arturo domina como gran maestro.
Entender el cuidadoso proceso del café que ellos mismos producen y clasifican, degustar con sabiduría el producto de su esfuerzo, fueron los mejores regalos que la pareja nos pudo dar. Éramos todos alumnos silenciosos entregados a la labor de entender todas las tipologías del café que allí se presentaron. Un recuerdo con olor a café del bueno.
Esto es Pijao, un universo único entre las montañas que lo arrullan, que conservan herméticamente una tradición que pocos pueblos de Colombia ostentan y un ejemplo de conservación que te absorbe como espectador atónito de la gracia de su arquitectura.
Autor:
Cristian Quintero Perez
@cristian-quintero