« En el año 2010, recuerdo ir en la moto con mi mamá en la vía Armenia – Barcelona (Quindío), corría el mes de Julio y algunos árboles ubicados en el linde de la carretera comenzaban a florecer.
—¿Sabes cómo se llaman estos árboles? —Preguntó señalando con su cabeza hacía el lado izquierdo de la vía.
—Creo que se llaman guayacanes —Contesté— O algo así ¿No?
—Sí, son hermosos —Me respondió ella—. De niña me acostaba debajo de ellos y me gustaba mirar cómo cada flor amarilla se desprendía del árbol y bajaba bailando a través del aire hasta llegar a mí.
Y la flor caía sobre mi cuerpo o mi cara tan fuerte pero a la vez tan suave que era mas bien como una caricia. Eso me relajaba y por alguna razón me hacia sentir viva. »
El Guayacán en el Quindío
Con esa anécdota de mi mamá recuerdo a los guayacanes:
El guayacán se puede encontrar en gran parte de América pero los habitantes de esta región lo hemos ido convirtiendo en ícono del Quindío.
Cafetales, fincas, barrios, parques, plazas, sectores rurales y urbanos de todo el Quindío gozan o han gozado de la presencia de este hermoso árbol
Es el caso de los guayacanes ubicados en la entrada de la Universidad del Quindío y los que encontramos en la avenida bolívar de Armenia:
Un espectáculo
Estos guayacanes en época de floración, la cual ocurre generalmente en los meses de mitad de año, se convierten en un espectáculo pues muchas personas cautivadas por el hermoso y resáltante color de este árbol aprovechan para capturar la belleza del mismo.
Por supuesto también si tenemos la oportunidad de dirigirnos a otros municipios del Quindío como Córdoba, Génova o Pijao —donde yo los he visto— encontraremos algunos de estos guayacanes tanto en el borde de la vía como en el paisaje
Realmente vale la pena parar y disfrutar de esta hermosa especie y de su espectáculo de floración que generalmente suele durar entre dos o cuatro días.
Guayacán: ícono del Quindío
La madera de este árbol es considerada una de las más duras y pesadas y es utilizada en la creación de artefactos, muebles y estructuras. Su belleza, además, le da la bienvenida a visitantes florales como lo son los abejorros, abejas, avispas y colibríes los cuales toman alimento directamente de sus flores.
Sin duda esta especie de árbol no solo es ornamental y biológicamente funcional aportando a su ecosistema, sino que también, con el paso del tiempo, se ha convertido en una característica que aporta a ese paisaje tan vasto y biodiverso del Quindío
Un árbol que revive la memoria y el cual cautiva y hace sentir vivo al que lo observa.